miércoles, 30 de diciembre de 2009

Déjenme si estoy soñando!

The best way to make your dreams come true is to wake up. Paul Valery

Sueño se le llama tanto al acto de dormir como al deseo de hacerlo. El acto de soñar es en sí ensueño aunque preferimos decirle “tener un sueño”.

Soñar es un proceso mental involuntario en el que se produce una recreación de nuestras vivencias y recuerdos guardados en la memoria, que son parte de sucesos del que sueña de días anteriores o su pasado reciente. Cuando soñamos formamos parte de una realidad virtual, cuyo escenario se construye con imágenes, pensamientos, sonidos, emociones. Cuando despertamos, recordamos parte de ello, alguna imagen, algún sonido o una simple idea de lo que soñamos. Los sueños más elaborados contienen escenas y personajes cercanos a nosotros, pero ocurren en diferente fase, porque el sueño, se divide en etapas, que hablar de ellas ahora sería dar una explicación de hojas y hojas, cosa que no busco y en el intento podría caer en alguna información mal dada.

¿Se sueña a colores o en blanco y negro?, ¿hay sueños rosa? ¡sabrá Dios!, tiempo, intelecto y dinero se ha invertido en estudiar todo eso, pero ya dije que no es mi intención la parte científica del asunto. Yo ¿cómo sueño? He tenido un sueño que dicen los especialistas pertenece al que se le conoce como lúcido, e incluso he podido llegar a controlar mis sueños, dirigirlos a voluntad, aunque hace mucho no lo hago.

En mi época universitaria, en sueños podía resolver ciertas cuestiones relacionadas con alguna tarea, le encontraba solución a la misma y me despertaba a darle forma. Aún hoy en día, en sueños se me presentan situaciones que ayudan a resolver lo que estoy viviendo, no son las llamadas señales no, simplemente traslado la situación al sueño y encuentro una solución en él.

Sueño personas que ese mismo día o en un corto plazo se comunicarán conmigo y me harán saber que me tienen presente, ¿así funciona la metafísica del sueño? O es mera casualidad tal vez.

Años antes de ser madre, soñé que lo era y fue realidad mucho tiempo después, la más enriquecedora que como persona he tenido.

A veces la vida nos regala episodios maravillosos que nos parecen sueños hechos realidad, o verdaderos sueños, ante los cuales decimos que mejor sería no despertar de ellos, de menos la que esto escribe seguido piensa eso, sino es que casi a diario, no es que sea demasiado soñadora, pero sí creo que uno va materializando pequeños sueños y eso es en parte lo que le pone sabor a la vida, la posibilidad de realizar lo que soñamos. Reconozco así, que por esa razón siempre trato de ver las señales o el camino, que me llevan a realizar lo que soñé.

Si lo anterior obedeciera a que “estamos hechos del mismo tejido que nuestros sueños” como dijo Shakespeare, pasa entonces que siempre estoy soñando lo que después haré? que yo hago planes en mis sueños y despierto para realizarlos? La respuesta para mí sería que en efecto, así es.

Esta entrada fue motivada y por tal se la dedico, a una persona que a lo largo de los últimos meses me ha enseñado y compartido varias cosas, que si bien las sabía o tenía vaga idea de ellas, ahora las tengo en orden y me invitan a seguir soñando lo que después seguramente me encargaré que venga. Vaya un abrazo y mi agradecimiento en cada línea para tí.